jueves, 28 de marzo de 2013

la Ventana de Johari


El otro día hicimos una curiosa actividad en clase que nos ayudó a conocer a los demás y cómo nos ven.

Consistía en que cada uno en un folio dibujaba un autorretrato de cómo nos veíamos nosotros mismos, podíamos hacerlo como quisiéramos, podía ser figurativo, realista o monigote, una frase…
Luego lo teníamos que pasar a los demás compañeros y tenían que escribir o dibujar detrás cómo nos veían ellos. Algunos nos conocíamos más y sabíamos cómo representarlos y otros que conocemos poco o nada nos valorábamos superficialmente, es decir, la impresión que dábamos.

¿Cómo nos vemos? ¿Cómo nos ven los demás? ¿qué conocemos de nosotros? ¿qué desconocemos?

Existe una “herramienta” que usan los psicólogos normalmente para grupos de autoayuda y en ejercicios de dinámica de grupo llamada LA VENTANA DE JOHARI.

Esta “herramienta” nos ayuda a conocer nuestra personalidad y la de los demás, a entender aquellas cosas que nos desconciertan de los demás. Según esta teoría, todos poseemos 4 áreas en nuestra personalidad: “libre”, “oculta”, “ciega” y “desconocida”.

La libre es aquella que mostramos a nosotros y los demás. Lo que conocemos bien de nosotros mismos (gustos, ideas,…).

La oculta son los sentimientos, lo personal, nuestros deseos, secretos...lo que no queremos compartir con los demás, a no ser que tengamos mucha confianza con otra persona.

En la ciega está lo que ven los demás de nosotros pero no lo vemos nosotros mismos. Las impresiones que damos, complejos…aspectos que no quieren ser reconocidos pero que lo ven los demás.

La desconocida no la conocen ni nosotros ni los demás. Puede tratarse del inconsciente, nuestro espacio personal privado.

Estas 4 siempre están enlazadas. Cualquier cambio en una de estas afectará a las demás. La cuestión es ampliar el primero (el área "libre") y reducir así lo desconocido. Si nos abrimos más a los demás nos conoceremos mejor.

Raquel López


domingo, 24 de marzo de 2013

vídeo "Pensando en los demás" de Noboru Kaetsu


La escuela es un lugar donde pasamos muchas horas de pequeños, por lo que es crucial todo lo que hagamos y aprendamos aquí dentro. Corregir nuestros errores, aprender a conocernos, relacionarnos y preocuparnos por los demás,… son valores que enseña el profesor japonés Toshiro Kanamori a sus alumnos.

Nada más empezar el curso, les dice a sus alumnos: ¿por qué estamos aquí? Para ser felices.

Kanamori piensa que cada vez se valora menos la vida y por eso enseña en su clase a valorarla. En estos tiempos, poseemos más cosas que antes y con los avances tecnológicos nos hace la vida más sencilla y, sin embargo, no somos mejor que antes como personas. Nos quejamos más, queremos controlarlo todo, nos preocupa más la impresión que damos a los demás antes que a nosotros, criticamos todo…Tenemos tantas cosas tanto material como en la mente que no nos dejan ver y apreciar lo que verdaderamente importa.  No nos gusta estancarnos, queremos estar siempre haciendo cosas y, al final del día, nos damos cuenta de que no hemos hecho apenas nada. Todo por no querer para un momento y escucharnos.  No queremos hacer pausas porque pensamos que perdemos el tiempo, pero ese espacio de tiempo que no hacemos nada pueden aportarnos un gran crecimiento personal, nos permite escuchar nuestro yo interior y entendernos a nosotros mismos.

Hay una actividad que realiza Kanamori llamada “las cartas del cuaderno”. Consiste en que sus alumnos escriben, cuentan y comparten en un cuaderno sus sentimientos con los demás compañeros, los cuales después pueden opinar. Es un curioso y original método de conocer a otros y a nosotros mismos. Pensar en los demás nos ayuda a ser felices. Normalmente, en cualquier otra escuela, solo existe el perfeccionismo y la competitividad. No saben solucionar problemas sin la ayuda de enunciados y apartados que les dice paso a paso cómo hacerlo, cualquier actividad fácil o difícil sólo tiene una solución cuando deberían de enseñarles a buscar varias, no importa que estés a gusto con lo que haces sino que cumplas los objetivos que te ordenan, creen que la vida es: 1ºcuatrimestre, 2ºcuatrimestre, 3ºcuatrimestre y verano o clases de recuperación para septiembre. así e infinitas cosas más. si no haces algo de eso o lo haces mal, piensan que eres inútil para eso, cuando realmente lo que pasa es que no le gusta o no le motiva y, al no motivarle, no hay interés y se esfuerza menos. todo esto por una falta de comunicación tanto en profesor-alumno como alumno-alumno que no trate de sumas, dictados, que si la savia elaborada de las plantas se produce con la mezcla de la savia bruta y dióxido de carbono (¿de qué demonios le sirve a un niño saber esto?!).

Por último, otro apartado importante que trata este profesor es sobre corregir nuestros errores. Les muestra que nadie es perfecto. No nos gusta equivocarnos, por lo que reconocerlo nos cuesta más. Aquí los alumnos buscarn y comparten sus defectos e invulnerabilidades. Es otra manera de conocernos a nosotros mismos, al igual que les ayuda a reflexionar sobre sus actos y respetar a los demás. Equivocarnos no es malo (aunque otros profesores de otras escuelas no te lo digan), aprender de nuestros errores nos permite ser mejores personas.

En conclusión, además de enseñar matemáticas, lengua,…enseñar conocimientos, deben de enseñar también a valorarnos a nosotros, a los demás, a la vida… a vivir.


Raquel López

sábado, 23 de marzo de 2013

"El caballero de la armadura oxidada"

Me gustaría recomendar una pequeña novela titulada "El caballero de la armadura oxidada". Es muy rápida y fácil de leer.

Es una lectura tanto para mayores como niños, ya que aparecen caballeros, princesas, castillos, magos, dragones...pero no como los típicos cuentos infantiles.

A lo largo de las aventuras de nuestro protagonista, nos ayuda a conocernos y querernos a nosotros mismos, a no depender ser y demostrar a los demás lo que quieres que piensen de ti. No seremos capaces de compartir nuestros verdaderos sentimientos con los demás si no escuchamos antes a nuestro verdadero yo interior.

El miedo, la duda, escucharse a uno mismo... son conceptos que nos plantea esta historia de una manera muy original.



Caballero: -¿Por qué?
Merlín: -¿Y por qué no?
Raquel López



miércoles, 20 de marzo de 2013

enlace vídeo "El Hombre Sin La Cámara" de Carlos Escaño

¿Podemos hacer películas sin usar una cámara?

Este vídeo tiene cierta relación con el apartado anterior, que hablaba sobre LA CULTURA VISUAL.

Carlos Escaño nos plantea cómo sin necesidad de filmar, simplemente cogiendo fragmentos de vídeos ya realizados sin derechos de autor, podemos ser igual de creativos. Utilizar un vídeo o imagen para cambiarlo a otro sentido más creativo y original que la finalidad que pretendía su autor es otra interesante manera de potenciar nuestra imaginación.

Actualmente vivimos en una etapa cultural donde los derechos de autor nos limita introducirnos a una cultura libre, nos hace reflexionar sobre nuestras posibilidades de crear a través de lo ya creado y darle otro sentido.

Este vídeo nos enseña que la restricción a ciertos conocimientos culturales no nos debe de condicionar nuestra curiosidad de conocer y aprender. Internet puede ser algo más que un "tonto rápido" si sabemos usarlo. Te ofrece todo el material que necesitas (imágenes, música..) de libre configuración. Cualquiera puede realizar una película desde su ordenador con archivos de internet libres de derechos. Simplemente hace falta UNA IDEA e imaginación para representarla.


http://vimeo.com/38662356



Raquel López





Raquel López

Desventajas de una educación artística basada en la cultura visual


Somos demasiados dependientes con todo lo visual, cuando esto es sólo la corteza que cubre su verdadero significado. La cultura visual no resultaría una desventaja si no abusáramos de ella. Mejor dicho, no abusamos de la cultura visual, sino de la superficialidad de ella. Vivimos en una generación donde todo lo queremos ya, consumimos tiempo y recursos en una carrera alocada contra el ritmo natural de las cosas.

Cada vez son menos las personas que vemos en la calle leyendo un libro, tranquilos en un banco, sin importar lo demás. La lectura es un buen medio de controlar esa inmediatez de las cosas y la saturación de información mediante imágenes. Nos ayuda a concentrarnos y a crear nosotros mismos las imágenes de lo que leemos mediante la imaginación.

Aquí dejo una interesante serie de obras de Arturo Comas titulada “Imágenes tipográficas”, las cuales nos hace estimar esa idea de valorar más el contenido que la forma.

Raquel López