El otro día hicimos una curiosa actividad en clase
que nos ayudó a conocer a los demás y cómo nos ven.
Consistía en que cada uno en un folio dibujaba un
autorretrato de cómo nos veíamos nosotros mismos, podíamos hacerlo como
quisiéramos, podía ser figurativo, realista o monigote, una frase…
Luego lo teníamos que pasar a los demás compañeros y
tenían que escribir o dibujar detrás cómo nos veían ellos. Algunos nos conocíamos
más y sabíamos cómo representarlos y otros que conocemos poco o nada nos
valorábamos superficialmente, es decir, la impresión que dábamos.
¿Cómo nos vemos? ¿Cómo nos ven los demás? ¿qué
conocemos de nosotros? ¿qué desconocemos?
Existe una “herramienta” que usan
los psicólogos normalmente para grupos de autoayuda y en ejercicios de dinámica de grupo llamada LA VENTANA DE JOHARI.
Esta “herramienta” nos ayuda a conocer nuestra
personalidad y la de los demás, a entender aquellas cosas que nos desconciertan
de los demás. Según esta teoría, todos poseemos 4 áreas en nuestra
personalidad: “libre”, “oculta”, “ciega” y “desconocida”.
La libre es aquella que mostramos a nosotros y los
demás. Lo que conocemos bien de nosotros mismos (gustos, ideas,…).
La oculta son los sentimientos, lo personal, nuestros
deseos, secretos...lo que no queremos compartir con los demás, a no ser que
tengamos mucha confianza con otra persona.
En la ciega está lo que ven los demás de nosotros
pero no lo vemos nosotros mismos. Las impresiones que damos, complejos…aspectos
que no quieren ser reconocidos pero que lo ven los demás.
La desconocida no la conocen ni nosotros ni los
demás. Puede tratarse del inconsciente, nuestro espacio personal privado.
Estas 4 siempre están enlazadas. Cualquier cambio en una de estas afectará a las demás. La cuestión es
ampliar el primero (el área "libre") y reducir así lo desconocido. Si nos abrimos más a los demás
nos conoceremos mejor.
Raquel López