Somos
demasiados dependientes con todo lo visual, cuando esto es sólo la corteza que
cubre su verdadero significado. La cultura visual no resultaría una desventaja
si no abusáramos de ella. Mejor dicho, no abusamos de la cultura visual, sino
de la superficialidad de ella. Vivimos en una generación donde todo lo queremos
ya, consumimos tiempo y recursos en una carrera
alocada contra el ritmo natural de las cosas.
Cada vez son
menos las personas que vemos en la calle leyendo un libro, tranquilos en un
banco, sin importar lo demás. La lectura es un buen medio de controlar esa
inmediatez de las cosas y la saturación de información mediante imágenes. Nos
ayuda a concentrarnos y a crear nosotros mismos las imágenes de lo que leemos
mediante la imaginación.
Aquí dejo una interesante
serie de obras de Arturo Comas titulada “Imágenes tipográficas”, las cuales nos
hace estimar esa idea de valorar más el contenido que la forma.
Raquel López
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